La NASA ha confirmado la generación de tres explosiones solares —y la onda de energía liberada por la primera recién han impactado impactado la Tierra. Lo anterior sugiere que durante los próximos días estaremos a merced de una tormenta solar que podría tener importantes implicaciones para el funcionamiento de satélites y redes de comunicación. De acuerdo con Joseph Kunches, miembro del Space Weather Prediction Center (Centro Espacial de Predicción Climatológica), la explosión llegó al campo magnético de nuestro planeta en forma de viento solar.
Los efectos de las explosiones podrían provocar fallas en los circuitos electrónicos, los sistemas de posicionamiento global (GPS) y otros sistemas de comunicación satelital. Sin embargo, los expertos aún no han dado un veredicto sobre las consecuencias puntuales que este fenómeno tendrá durante los próximos días. Lo que es un hecho es que cuando la Tierra comienza a recibir este tipo de impactos, es una certera señal de que una tormenta solar se avecina. “La tormenta solar que pronto se gestará probablemente estará en el nivel de moderado a fuerte”, afirma Kunches en entrevista para Reuters.
En los últimos años la actividad del Sol se ha intensificado, generando múltiples tormentas. A lo largo de la historia moderna la actividad solar rara vez ha provocado problemas significativos en el funcionamiento el planeta. Sin embargo, en 1989 ya pudimos probar las consecuencias de estos fenómenos, luego de que una tormenta solar dejara a más de seis millones de personas, en Quebec, sin acceso a electricidad durante varias horas. Hasta ahora la más intensa que se haya registrado sucedió en 1859, época en la que la infraestructura de comunicación se limitaba al telégrafo. En aquella ocasión se reportaron operadores heridos por descargas eléctricas, incendios e incluso que los aparatos continuaran funcionando a pesar de que los operadores los habían desconectado. De acuerdo con especialistas, una tormenta de esa magnitud implicaría, en nuestros días, pérdidas por más de 2 billones de dólares.
La escala para medir el clima espacial que utiliza la agencia estadounidense National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), vinculada a la NASA, va del 1 al 5, en orden creciente de intensidad. La primera de las tres explosiones solares que alcanzaron la Tierra en la última semana sucedió el jueves pasado y registró un bajo impacto. La segunda, que está llegando a nuestro planeta en estos momentos, parece considerablemente más fuerte. Mientras que la tercera, que ocurrirá en unos cuantos días, podría sumar su efecto al legado de la segunda generando disturbios significativos. “Tendremos que estar atentos para ver qué sucede en los próximos días. Podría exacerbar los efectos producidos por la segunda explosión en el campo magnético de la Tierra o simplemente pasar desapercibida”, dijo Kunches.
Mientras tanto las compañías encargadas de brindar servicios eléctricos y de comunicación han sido ya advertidas por el Centro Espacial de Predicción Climatológica sobre lo que está ocurriendo, sugiriéndoles además que tomen medidas precautorias al respecto. El mismo Centro también ha anunciado que nos encontramos muy cerca del clímax del ciclo solar, lo cual implicaría una intensificación en la actividad del gran astro y por lo tanto mayor número de tormentas. Se prevé que el máximo llegue en 2013 —razón por la cual muchos ligan este fenómeno a la profecía maya que supuestamente fecha el “fin” del mundo para finales de 2012. “Estamos llegando al máximo solar, así que esperamos ver más de estas tormentas provenientes del sol en los próximos tres o cinco años”, advirtió Tom Bogdan, director del Centro.
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