Todo lo que te rodea es un efecto de tu manera de pensar. Sólo tú puedes afectarte a ti mismo. Te has olvidado de amar a tu vida y al olvidarte, pensaste que era la vida la que tienía que amarte a ti. Mientras tú no ames no sentirás cuanto te ama tu vida, pues tu vida es la consecuencia de tu forma de vivirla.
Existe una alternativa al mundo en el que vivimos. Es un camino que siempre ha estado frente a ti y todo cuanto has vivido hasta ahora ha tratado de empujarte para que decidieses por fin adentrarte en él. Es un sendero que te lleva directo a tu corazón. Ese lugar que muchos han olvidado y que ahora es momento de recordar.
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