Mike Prysner es un soldado del ejercito norteamericano que estuvo destinado en Irak.
Tras dos años volvió a casa con todo lo vivido en el frente.
A consecuencia de esto ha comenzado con su propia revolución contra la guerra, tanto haciendo conferencias, como el discurso suyo que está dando la vuelta al mundo a través de Internet, como formando parte de manifestaciones antibelicistas, e incluso siendo detenido por ello, algo curioso ser detenido simplemente por protestar contra una decisión gubernamental en un país que presume de ser la tierra de la libertad.
Tras dos años volvió a casa con todo lo vivido en el frente.
A consecuencia de esto ha comenzado con su propia revolución contra la guerra, tanto haciendo conferencias, como el discurso suyo que está dando la vuelta al mundo a través de Internet, como formando parte de manifestaciones antibelicistas, e incluso siendo detenido por ello, algo curioso ser detenido simplemente por protestar contra una decisión gubernamental en un país que presume de ser la tierra de la libertad.
Mike Prysner, el soldado rebelde from Natanael Déniz onVimeo.
Ya desde su estancia en el frente durante el años 2003 mostraba signos de estar en contra de las acciones del gobierno estadounidense.
Esto lo prueba la carta que escribió desde Irak a Michael Moore:
He derribado estatuas y destrozado retratos mientras usaba una bandera norteamericana en mi manga, y luchaba por aprender a entenderlo.
Me uní al ejército en cuanto tuve el mínimo de edad -rechacé una beca de escritura en una universidad estatal para servir a mi país, listo a morir por los ideales que aprendí a amar.
Dos años después me encontré a punto de desembarcar en una pista aérea negra como la noche, listo a atacar a un país en el cual yo no creía que debía estar Durante todo el tiempo que he estado en Irak he estado buscando ideas para convencerme de que puedo sentirme orgulloso de mis actos, que yo era parte de algo justo.
Pero no importa qué argumento encontraba a favor de la guerra me venía a la cabeza la imagen de mi comandante en jefe que sonríe con presunción mientras piensa que ha engañado a un país.
Esto lo prueba la carta que escribió desde Irak a Michael Moore:
He derribado estatuas y destrozado retratos mientras usaba una bandera norteamericana en mi manga, y luchaba por aprender a entenderlo.
Me uní al ejército en cuanto tuve el mínimo de edad -rechacé una beca de escritura en una universidad estatal para servir a mi país, listo a morir por los ideales que aprendí a amar.
Dos años después me encontré a punto de desembarcar en una pista aérea negra como la noche, listo a atacar a un país en el cual yo no creía que debía estar Durante todo el tiempo que he estado en Irak he estado buscando ideas para convencerme de que puedo sentirme orgulloso de mis actos, que yo era parte de algo justo.
Pero no importa qué argumento encontraba a favor de la guerra me venía a la cabeza la imagen de mi comandante en jefe que sonríe con presunción mientras piensa que ha engañado a un país.
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