LUCHA POR LO QUE QUIERES

Cuando alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor, cuando tratamos de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve mejor.
Eres libre para elegir, tomar decisiones, aunque solo tu las entiendas, toma tus decisiones con coraje, desprendimiento y, a veces, con una cierta dosis de locura.
Sólo entenderemos la vida... y el universo, cuando no buscamos explicaciones. Entonces todo queda claro.
Aprender algo significa entrar en contacto con un mundo desconocido, en donde las cosas más simples son las mas extraordinarias. Atrévete a cambiar, desafiate, no temas a los retos. Insiste una, y otra, y otra vez. Recuerda que sin fe, se puede perder una batalla que ya parecía ganada. No te des por vencido, Acuérdate de saber siempre lo que quieres. Y empieza de nuevo. El secreto esta en no tener miedo de equivocarnos y de saber que es necesario ser humilde para aprender. Ten paciencia para encontrar el momento exacto y congratúlate de tus logros, y si esto no fuera suficiente... analiza las causas.. e inténtalo con más fuerza.

"Es importante que uses tu discernimiento en cada mensaje que lees, sólo toma los que te hacen vibrar, los que no deséchalos, ten presente que el poder de la verdad está en tu interior, tú y solo tú sabrán cuál es".



El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y de correr el riesgo de vivir sus sueños.

sábado, 26 de febrero de 2011

El éxito de la revolución de Islandia


No hay duda que la ola de interés que generan los levantamientos masivos en países árabes, como Egipto, Túnez, Libia y otros más obedece a un genuino hecho histórico, sin embargo, al norte, en una pequeña isla tenemos un ejemplo de una revolución silenciada que ha sido exitosa y ha entregado el poder a los ciudadanos. Algo que difícilmente veremos en las protestas y cambios de régimen de estos países.
Ahora que el pueblo egipcio ha triunfado, o al menos lo parece, es buen momento para hablar de otra revolución mucho más desconocida: la de Islandia, ese país que el FMI de Rato ponía como ejemplo a seguir y que acabó completamente quebrado, hundido por los escombros de una banca cancerígena que convirtió la isla en un inmenso hedge fund y dejó una deuda equivalente a todo el PIB de ocho años y seis meses.

La solución islandesa a esa condena pronto se apartó de la ortodoxia.

La Fiscalía abrió una investigación penal contra los banqueros responsables del colapso; algunos han huido del país y están en busca y captura por la Interpol.

En 2009, el gobierno tuvo que dimitir en bloque, acorralado por las protestas ciudadanas; fue el primero y casi el único en caer por la crisis (si excluimos a Túnez y Egipto).

Después los islandeses forzaron un referéndum para bloquear el pago de la deuda de la banca y lo lograron: ganó el no con más del 90% de los votos.

Y hace un par de meses, Islandia arrancó una ambiciosa reforma constitucional que, por primera vez en la historia del mundo, será fruto de un proceso de democracia directa, al margen de los partidos.

La Asamblea Constituyente está formada por 31 ciudadanos corrientes, elegidos en las urnas entre 523 candidaturas que sólo necesitaban 30 firmas para poder presentarse.

Hoy Islandia está creciendo.

El año que viene, su presupuesto público estará en superávit; su situación económica es bastante mejor que la de otros países igualmente desarbolados, como Grecia o Irlanda.

¿El secreto?

Algo revolucionario, aunque se suponía que era una de las reglas ensenciales del capitalismo: Islandia se negó a socializar las pérdidas y dejó que la banca irresponsable simplemente quebrase.

Fuente: Kaosenlared

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