sábado 29 de enero de 2011
Arcángel Gabriel canalizado por Marlene Swetlishoff
Mensaje Semanal de Enero 27 a Febrero 3 de 2011
Amados:
Vengo esta semana a hablaros sobre otra faceta del "Amor Incondicional". Éste es un sentimiento y abarca el sentimiento de compasión hacia otro con quien puedas tener desacuerdos, encontrando que tienes la habilidad de ver y entender su punto de vista; y en esta comprensión hallar que puedes ser amable y tierno con él, aún cuando haya roto tu corazón. Tener la habilidad de poneros en los zapatos del otro y amarlo a pesar de las diferencias de punto de vista, es practicar y sentir un más alto nivel de Amor que llamamos compasión.
Siempre hay una manera de lograr una solución amorosa y pacífica a los más desafiantes y retadores problemas con aquellos con quienes pasamos nuestra diaria existencia. La mayoría de las veces la solución se encuentra cuando te conectas con esta cualidad de la compasión en tu núcleo interno de Ser y sabes que en el fondo, en el núcleo, si quieres, está la suavidad del corazón que te hace tierno hacia otro y te hace aceptarlo en ese nivel, pese a todas las diferencias entre vosotros.
Demasiado a menudo, Amados, pasáis por la vida aferrados a vuestras propias percepciones de lo que percibís como daño o herida que otro os ha infligido; y es difícil pasar más allá de estas heridas hacia el sentimiento de compasión por este Otro. Os desafiamos a comenzar a avanzar en esa dirección ahora, a encontrar en vuestro corazón aquellos lugares tiernos donde reside el Amor Eterno, que vive en las partes más profundas de ti y sabe que en esencia todos vosotros sois Uno, todos sois partes del Todo, de la vida; y que estáis aquí para experimentar esta vida. A lo largo del camino, aprendéis haciendo; y algunas veces esto herirá inadvertidamente a otro.
Quien ha sido herido o dañado también experimenta la herida en sí mismo en algún nivel; y es sabio aprender a manifestar ese sentimiento de compasión para que éste sea el nivel con el cual te conectas en todas las situaciones que requieren solución. Este lugar dentro de tu corazón es el pozo infinito, el caldero de Eternos e interminables Amor, compasión y aceptación por vuestros compañeros de viaje por la vida en un Planeta físico. La humanidad como un todo tiene la capacidad innata de conectarse con este nivel superior de Amor y es esta cualidad la que está ahora siendo sacada a la superficie para traeros equilibrio; y al hacerlo, traer mayor equilibrio a todos en el campo de la consciencia.
Cavad profundamente, mis Muy Queridos, si necesitáis hacerlo, para conectaros con este pozo de Amor y compasión Eternos y prodigarlos a otros y a vosotros mismos. Lo que es necesario en este tiempo es permitiros sentir ese Amor Eterno en el interior y dirigirlo hacia vosotros mismos. Tú eres digno, sumamente digno del Amor de Dios, así que permítete amarte a ti mismo. Tú eres digno del Amor de otros. Tú eres capaz de amar a todos. Amaos a vosotros mismos, Amados; y sabed que en vuestro Amor estáis seguros. Cuando tienes Amor, lo tienes todo.
Desecha las heridas, daños y ofensas que otros aparentemente te han dirigido. Date cuenta de que éstos se están reflejando de vuelta hacia ti, tus pensamientos y sentimientos que están surgiendo para que los consideres, reflexiones en ellos y hagas consciencia y apliques a todo lo que surja este Amor Eterno, este bálsamo sanador. Todo lo que te sucede en tu vida te fue traído para traerte a donde estás ahora; y donde estás ahora mismo es en la consciencia superior. Sin las experiencias por las que has pasado, no tendrías esta consciencia. Se requiere reflexión interna para mirar desde una perspectiva superior las situaciones que están ocurriendo en tu vida diaria. Con la práctica de hacerte consciente y con la práctica de conectarte con el pozo de Amor Eterno dentro de tu corazón, descubrirás que mayores cantidades de Luz y de Amor comenzarán a manifestarse en ti y a través de ti.
Reflexionad en estas ideas hasta nuestro próximo discurso. Mi Amor está siempre con vosotros, Amados Hijos de lo Divino.
YO SOY el Arcángel Gabriel.
Tradujo: Jairo Rodríguez R.
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