Amigos que seguimos creciendo a través de estos escritos, seamos humildes. Cuando veamos que no podemos mantener una relación armoniosa con otros, no debemos siempre culparlos, pensemos buscarlo en nosotros mismos, es fácil culpar a los demás. Cuando encontramos algo que no va bien, debemos preguntarnos: ¿qué he hecho? ¿Por qué? No lograremos una comprensión de las cosas sin un espíritu humilde; sintiéndonos humildes nos conectamos para entender el sentido de la vida. Todos quieren estar por encima de todos, el ego de cada Ser quiere más y más, ésa la causa principal de los malos entendidos. El hombre de carácter humilde siempre comprende a los demás, nunca está por encima de nadie ni se siente superior. En cada conversación que mantenemos aparece: Yo hice esto, yo hice aquello, yo logré esto, yo logré aquello. Un hombre con humildad raramente utiliza este lenguaje. El hombre comprensivo discute poco, casi nada, y siempre respeta. En ese proceso se pierden muchos amigos, quizás deba ser así. El hombre comprensivo sabe que hay que ponerse de acuerdo, a pesar de las diferencias, incluso, cuando él no está de acuerdo, respeta a la otra persona. Antes de hacer o realizar acciones negativas, se olvida de su ego, y practica lo que predica.
Es muy fácil dar consejos a los demás, lo difícil es ponerlos en práctica en nuestra propia vida. Si no tenemos la coherencia y la constancia de practicar lo que pregonamos, nadie nos tomará en cuenta y por supuesto no existirá el respeto. Somos seres de luz, seres divinos en un cuerpo humano, pero mucho más que eso durante toda la eternidad, somos seres que vinimos a experimentar amor, porque somos amor, nacimos por amor, existimos por amor y debemos permanecer en este estado, para el bien de la Humanidad y transmitirlo a todos los compañeros de juego que nos vamos a encontrar a cada paso, porque sólo el amor es eterno, perfecto, sanador, y eso es lo que somos. Debemos compartir nuestro despertar y nuestra dicha a todos, respetando el libre albedrío. La gran mayoría de nosotros estábamos en la ignorancia por las mentiras y las ocultaciones, pero ahora sí lo sabemos, y este es el único momento perfecto de vivirlo, de sentirlo. Seres de luz, somos eso, luz, expansión, evolución, ¿por qué estamos tardando tanto tiempo en despertar lo mejor de cada uno?
El cambio es ahora, sólo está este instante, único, perfecto, para comprender y despertar, para saber la verdad y amar, y trascender las emociones vapuleadas, presas, dormidas. Sólo en este instante podemos volar sobre nuestras limitaciones, frustraciones, miedos, y abrazar la inmensidad de lo que nos rodea. Estamos en el camino para fortalecer la devastadora destrucción de la humanidad y empujarla hacia una nueva conciencia, hacia una nueva forma espiritual. Nuestros elementos son los más sencillos que podemos encontrar: Amor, Humildad, honestidad, pero a la vez, son los que más nos cuesta aplicar por la realidad del mundo en que vivimos. La unión de éstos supone el inicio de una nueva época. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc., pero no es una religión. Es una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas hemos adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tenemos en común. No existen jefes, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común, todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era.
El mundo está por entrar en un período de paz y armonía mundial señalado por la astrología como "la era de acuario". La "era de acuario" será fruto de una nueva conciencia en los hombres. Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida. Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de sí mismo. Cada ser, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad. El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y el hombre es la manifestación de su auto-conciencia. La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y también participa de su divinidad. Todo es "dios" y "dios" está en todo.
Hay "maestros" invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos. Todos los seres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina. Cuando alguien no acepta esta visión de Dios, del hombre y del mundo, la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la nueva era. La música es como cualquier otra música: una combinación de sonidos más o menos agradables al oído para ayudar inducir un estado alterado de conciencia. Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible se reduce a una "energía cósmica". Mientras el cosmos esté en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas: una piedra, el viento, la mente humana, etc. Hay lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro control de esta energía (los cristales, visitar una pirámide u otro lugar "sagrado", el yoga, etc.).
El "dios" de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos, la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que el se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. A cada momento van surgiendo emociones, sigue siendo este presente, en el que somos más que lo que estuvimos hasta ahora creyendo que éramos. No perdamos la Luz, y si la perdemos, recuperémosla nuevamente, ya mismo, recordarlo en cada instante.
Con amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario