BODAS CELESTIALES. MA ANANDA MOYI 20 de mayo 2011 con audio la instalación en curso de la nueva Conciencia.
Original en francés
http://www.autresdimensions.com
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Canalizado: Jean Luc Ayoun
Transcripción: Véronique Loriot
Traducción: Odilia Rivera
Edición: Milagros Gómez
Edición: Milagros Gómez
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Soy MA ANANDA MOYI. Queridas Hermanas y queridos Hermanos en humanidad, que la Paz y el Amor sean vuestra residencia para la Eternidad. Vengo a expresarme, entre ustedes, como Estrella AL. Vibración y Conciencia del Fuego del Espíritu. Mi Hermana GEMA (ndr: Gema Galgani) les expresó una serie de elementos, por lo que se refiere a la intrincación del Fuego y el Aire. En la actualidad, si lo quieren bien, vamos, juntos, a intentar penetrar, más adelante, la instalación en curso de la nueva Conciencia. Aquélla que va a poner fin a la limitación y al encerramiento.
La instalación de la nueva Conciencia se traduce (para algunos de entre ustedes, y para otros) en modificaciones, visibles y sensibles, de la Conciencia ordinaria, haciéndoles penetrar en los espacios inexplorados, hasta ahora, que aquí aún hace una generación, no eran más que el atributo de algunos Seres, y solamente de algunos Seres. En la actualidad, y durante el tiempo de la Gracia, y en el tiempo que queda por recorrer, muchos de entre ustedes son llamados a manifestar esta nueva Conciencia, donde ninguna referencia puede ser explicada, o comprendida, por la conciencia limitada. La transformación actual, y el paso en la Conciencia Ilimitada, son a menudo muy desconcertantes para el ser humano, teniendo la experiencia y la práctica de lo que vive como limitación, como encerramiento. La irrupción de la nueva Conciencia (la irrupción del Supra del mental) se realiza en ustedes, cada día un poco más, y les permite, Abandonándose a ella, vivir accesos, cada vez más profundos, a la Alegría, a la Paz, a la Vibración de la Unidad. Energía que prefigura, y anticipa, la Resurrección en las Residencias de la Eternidad.
Cualesquiera que sean las manifestaciones que cada uno de entre ustedes prueba y vive, están todas destinadas a conducirles a vuestro nuevo estado. Por supuesto, según vuestra historia personal, este estado puede vivirse con más o menos resistencias, más o menos dificultades, o con más o menos facilidad. De vuestra capacidad para salir de vuestras propias emociones y vuestras propias actividades mentales, se deriva la facilidad con la cual se instalan en la nueva Conciencia. Bien más allá de vuestros períodos de alineación e Interiorización, eso, en adelante, va a caerles encima, en cualquier momento de su vida, llamándoles siempre a más Abandono, siempre a más Alegría, siempre a más Paz, con el fin de aclimatarse, hasta cierto punto, a vuestro nuevo estado. Ya que es, efectivamente, un nuevo estado que surge, en el seno de vuestra Conciencia, vuestro cuerpo, y el conjunto de lo que es llamado la Vida.
Como se lo dijeron algunos, el alba del nuevo Día ha comenzado. La nueva Luz se está levantando y se está despertando en el seno de este mundo. La Fusión de los Éteres se realizó, permitiendo a la Luz Blanca instalarse, ahora, sobre esta Tierra y en vuestra Conciencia. Como siempre se lo hemos dicho, hay, en ustedes, la totalidad de lo que es útil, suficiente y necesario, para vivir en adelante lo que debe vivirse. Más allá de una serie de etapas (que muchos de entre ustedes siguieron, a través de los distintos yogas otorgados por un AMIGO), hoy, se les pide penetrar la Esencia de la Vibración, la Esencia de la Vibración Última, como la llamaría, permitiéndoles vivir y establecerse en la nueva Conciencia.
Las señales, presentes en ustedes, no engañan. Que eso sea en la intensidad de las Vibraciones que los recorren. Que eso sea, incluso, en las modificaciones de la conciencia ordinaria, estas señales son los testigos devuestro acceso a este nuevo estado que se despliega, en ustedes y en torno a ustedes. Estas manifestaciones son, hasta cierto punto, estímulos por establecerles, cada vez más profundamente, en vuestro Samadhi, en vuestra Alegría y en vuestra Eternidad. Eso se realiza cada día, cada Momento. A cada respiración que lleven en ustedes, tienen la posibilidad de penetrar, más adelante, esta nueva Conciencia, este nuevo estado. Aquél que les permite, poco a poco, cambiar, enteramente.
La Gracia les ofrece la oportunidad inesperada de vivir un mecanismo, yo diría, de aprendizaje y aclimatación a este nuevo estado. Algunos de entre ustedes, viviendo estos Estados desde hace mucho tiempo (en años), tienen la oportunidad de aclimatarse mucho más fácilmente a esta nueva Conciencia, a este nuevo estado, permitiendo, así, reforzar vuestro papel de Ancladores de la Luz. Permitiendo, a cada Respiración, manifestar la Luz, en el seno de vuestra vida y de vuestro medio ambiente. Por supuesto, existe aún (incluso para los de entre ustedes que son los más avanzados), como siempre, las últimas Sombras que deben dejar evacuarse, no requiriendo ninguna atención por vuestra parte, si no es observarlos y aceptar dejarles disolverse, por la acción de la Luz, de su Inteligencia, y de su Belleza.
El período que viven, y que va a abrirse a ustedes, es un período en que van a poder experimentar, de manera, yo diría, cada vez más profunda, los Estados de Alegría y Samadhi más intensos. No debiendo, no obstante, hacerles perder de vista y de Conciencia, que vuestro papel (sí es que hay un papel), es el de manifestar y personificar, cada vez más, en vuestra carne y en vuestro Espíritu, esta nueva Conciencia, conduciendo a la Resurrección de la Tierra, así como la vuestra. Por supuesto, están (como se les dijo), en los Tiempos Proféticos anunciados, tanto en los escritos occidentales como orientales, llamados Apocalipsis de San Juan, o descripción del final del Kali Yuga. Es exactamente eso que viven, en ustedes como sobre este mundo. Más que nunca, las elecciones van a ser traídas, de manera definitiva e irremediable. Más que nunca, van a darse cuenta, dentro de vuestro mental, que solo hay dos elecciones, y dos solamente. A medida que, la Conciencia de la Alegría, de esta nueva Conciencia, les lleve a ir más adelante, sobre un Camino o sobre otro.
Entiendan bien (y lo repito, eso se ha dicho en numerosas ocasiones), que no hay un Camino mejor que otro. Hay sólo un Camino que se les adapta, para encontrar lo que ustedes Son, para terminar la experiencia de la Separación, o para proseguirla, en otros espacios-tiempo. Cada uno de entre ustedes hace lo que puede, en el seno de vuestra propia Conciencia, con el fin de actualizar, hasta cierto punto, el estado de Samadhi, de Alegría, de Resurrección que se instala progresivamente. Por supuesto, existirá un momento, visible entre todos, dónde la cara del mundo va a cambiar, y dónde el estado de vuestra Conciencia también va a cambiar, de manera definitiva. Ese momento se les anunciará (eso también, lo saben), en el momento conveniente. Hasta allí, deben, a la vez, vivir esta nueva Conciencia y, para algunos de entre ustedes, seguir realizando una acción en el seno de la conciencia ordinaria, a causa de vuestras responsabilidades. Recuerden que cada uno de entre ustedes se encuentra exactamente en el buen lugar, exactamente en la buena edad, exactamente en la buena situación, para lo que debe manifestarse, vivir y concientizar.
El marcador indisociable del acceso a vuestra nueva Conciencia es la manifestación, intermitente o permanente, de vuestro estado de Alegría. Bien más allá de las emociones del humano, bien más allá de las satisfacciones, mentales u otras, de la vida ordinaria. Es en este estado particular, vivido por momentos o de manera permanente, que se encuentra todo lo que es necesario para establecerles, aún más firmemente, yo diría, en vuestra nueva Conciencia. Estamos perfectamente conscientes, el conjunto de mis Hermanas y yo misma, que algunos de entre ustedes, sobre este planeta, no ha tenido aún la oportunidad de vivir, ni siquiera una vez, la experiencia de la Alegría y el Samadhi. Ya que cuando lo vivan (los que no lo ha vivido), a partir de la primera experiencia, comprenderán, y vivirán, lo que quiere decir la ausencia de emociones, la ausencia de mental, la ausencia de miedo, y el establecimiento en el seno de la Eternidad. Antes, no puede existir sino interrogaciones para saber si es esto, o aquello.
El marcador indisociable del acceso a vuestra nueva Conciencia es la manifestación, intermitente o permanente, de vuestro estado de Alegría. Bien más allá de las emociones del humano, bien más allá de las satisfacciones, mentales u otras, de la vida ordinaria. Es en este estado particular, vivido por momentos o de manera permanente, que se encuentra todo lo que es necesario para establecerles, aún más firmemente, yo diría, en vuestra nueva Conciencia. Estamos perfectamente conscientes, el conjunto de mis Hermanas y yo misma, que algunos de entre ustedes, sobre este planeta, no ha tenido aún la oportunidad de vivir, ni siquiera una vez, la experiencia de la Alegría y el Samadhi. Ya que cuando lo vivan (los que no lo ha vivido), a partir de la primera experiencia, comprenderán, y vivirán, lo que quiere decir la ausencia de emociones, la ausencia de mental, la ausencia de miedo, y el establecimiento en el seno de la Eternidad. Antes, no puede existir sino interrogaciones para saber si es esto, o aquello.
Todas estas interrogaciones desaparecerán por ellas mismas, para los de entre ustedes que aún no vivieron la manifestación de la Alegría (del Samadhi) porque existe aún, en ellos, quizá, los miedos. Miedo de abandonarse a lo Desconocido. Miedo de ir hacia este Desconocido. Ya que este miedo, efectivamente, está inscrito en lo más profundo de la conciencia ordinaria. La conciencia ordinaria está hecha para vivir en esta matriz, y no para experimentar y vivir lo Ilimitado, lo Desconocido. Entonces, sí, pueden existir subidas. Estas subidas de miedos no están obligatoriamente vinculadas a vuestra propia historia, a vuestros propios frenos, sino a los frenos existentes en el seno de la humanidad, de manera colectiva, e impidiendo acceder a esta Alegría. El mental va, entonces, a traerles, inexorablemente, a las preocupaciones ordinarias de la vida, a los deseos ordinarios de la vida, en el sentido de las responsabilidades. Tantos elementos que pueden alterar el vivir vuestro primer Samadhi. Con todo, nunca las circunstancias de esta Tierra han estado tan próximas a la Revelación de la Luz, en su totalidad.
Algunos de entre ustedes deben encontrar más tiempo, más intensidad, en su Intención de Luz. Desviarse de toda forma de conocimiento exterior, de toda satisfacción del ego, en todo sistema de conocimiento. Ir hacia más Simplicidad. Hacia más escrutinio. En efecto (como algunos lo dijeron, en el pasado), todo, absolutamente todo, ya está en ustedes. Y diría, hoy, mucho más que nunca. Ya que, en vosotros, se encuentra ya el germen de su Eternidad. Queda justo el despliegue, en cierto modo, al concientizar, por resonancia con la luz que se derrama sobre la tierra, por esta comunión y estos puentes que han sido establecidos, entre la conciencia limitada de la tierra, y estas Conciencias situadas más allá de las limitaciones.
En la actualidad, cada uno de ustedes es un Llamado, en potencia, deseando, si puede, ir, instantáneamente, hacia su Alegría. No existe ningún obstáculo, excepto ustedes, a vuestro establecimiento en el seno de la Alegría. No hay nada que buscar exteriormente, ninguna causa, ningún sufrimiento. No hay otro responsable que ustedes mismos. Entonces, por supuesto, esto no se dice para culpabilizarles, o para volverles responsable de vuestro no Samadhi, sino para atraer vuestra Atención y vuestra Intención, sobre el hecho de que están solos, para eso, frente a ustedes mismos. No hay ninguna circunstancia exterior y ninguna circunstancia pasada, que pueda limitarlos, al acceso a este Samadhi. Si no son ustedes mismos, en el momento presente. Deben, efectivamente, ahora, y cada día (las circunstancias de sus vidas se lo demostrarán, de una forma o de otra), hasta cierto punto, deponer las armas del ego, deponer las armas del querer, de la voluntad. Y penetrar en las esferas de la Inocencia, y al mismo tiempo de la madurez.
Es a eso, durante el último tiempo de la Gracia de este mes, que están llamados. La cantidad de Luz que se vierte, actualmente, sobre la Tierra, es ampliamente suficiente, para permitirles vivirlo, enteramente. Y también por pequeños toques. En la medida que penetren en este estado de Conciencia, se darán cuenta, por ustedes mismos, que todo lo que hacía vuestros propios límites, vuestras propias emociones, vuestras propias actividades mentales, va entonces a cesar por sí mismo. Permitiéndoles retirarse, poco a poco, de esta personalidad, este papel, este cuerpo, con el fin de vivir la Fusión con vuestra Eternidad. El encuentro con la Luz Blanca, el CRISTO. El encuentro con vuestra Verdad.
Eso se desarrolla ahora mismo. Cada uno, una vez más, al ritmo que le es propio, pero que, sin embargo, hoy, se acorta extremadamente. Las circunstancias se reúnen enteramente para permitirles vivir el acceso avuestro primer Samadhi. Los de entre ustedes que ya lo vivieron, van a verse acceder a capas de Samadhi mucho más intensas, y acercándose, cada vez más, de los Estados de Disolución, bien más allá de la Alegría donde hay, real y concretamente, una pérdida total de la individualidad. Una pérdida total de toda señal existente en el seno de la limitación. Esas etapas corresponden a la Fusión definitiva de los Éteres y a la puesta en movimiento, hasta cierto punto, de la parte terminal de su Lemniscata Sagrada, traduciendo el paso de la conciencia limitada, enteramente, en el seno del Êtreté. El testigo, por supuesto, es la activación de la zona llamada AL-AL (ndr: zona situada sobre el borde de la nariz - ver ilustración en la rúbrica “Protocolos que deben practicarse” de nuestro lugar), invitándose, por esta última Revocación, a penetrar vuestra propia Resurrección. Todos los límites y todas las barreras van entonces a caer. A condición de que ustedes mismos acepten ya no limitarse, y ya de no poner barreras al establecimiento de lo que ustedes Son.
Van a ser llamados, cada vez más, por la Luz, a establecerse en este estado. Entonces, por supuesto, el ego (lo que permanece), va a gritar, va a vociferar, que tienen otra cosa que hacer en el seno de este mundo. Que tienen responsabilidades. Que tienen acciones que llevar. La Conciencia de vuestra Resurrección no ve totalmente las cosas de la misma forma. Ya que penetrar el Êtreté es, efectivamente, desnudarse, y aparecer completamente desnudos de todo lo que hace vuestra vida en el seno de esta Ilusión. No podrán (cada vez menos) mantener la Ilusión, y penetrar al Êtreté. Es en eso que los Caminos van a separarse, en ustedes como fuera de ustedes, de manera cada vez más intensa. Cada vez más importante. Y cada vez más evidente, también.
Recuerden que, a partir del momento en que habrán penetrado las primeras etapas del Samadhi, en ese momento, ustedes harán vuestra elección con pleno conocimiento de causa, pedir prestada tal Vibración, o tal otra Vibración. Pero que esta elección, anteriormente, sólo es una demanda, hasta cierto punto, del mental, de vuestro emocional o del impulso del alma, pero no es absolutamente la realidad y la Verdad del Espíritu ya que solamente el Espíritu entiende el Espíritu. Y solamente el Fuego del Espíritu, puede poner fin al fuego del ego. El fuego del ego no les servirá nunca para penetrar el Fuego del Espíritu. En este sentido, y en otros términos, eso ha sido llamado el Abandono a la Luz, que se vive, ahora, de manera colectiva, antes ustedes han de sobrepasar, hasta cierto punto, los últimos apegos, las últimas barreras, los últimos encerramientos, los últimos límites. Esto se vivirá, en ustedes, cada vez más claramente, a falta de ser cada vez más fácil.
No podrán obtener ninguna ayuda fuera de ustedes mismos ya que todo, efectivamente, se desarrolla en ustedes, y solamente en ustedes. Nada del exterior puede afectar este Camino. Por supuesto, el ego va a buscar las circunstancias exteriores para aferrarse. Pero percibirán muy claramente, dentro de vuestra primera etapa de Samadhi, que está bien que ustedes tengan todas las cartas en la mano, y todos los medios de acción, en ustedes. Que todo el resto, una vez más, sólo es ilusorio e Ilusión.
Eso es un proceso que se instala de manera colectiva, llamando, de manera individual, a responder, cada uno a su manera, cada uno a su forma. Pero eso se desarrolla ahora. Lo que se prepara es, efectivamente, vuestra Resurrección en el seno de los mundos de la Eternidad. Entonces, por supuesto (como vuestras tradiciones en Occidente siempre lo dijeron y, como nosotros también, en Oriente, se ha dicho y escrito), nadie conoce la hora, nadie conoce la fecha, de este cambio final. Pero saben que se inscribe en un vencimiento extremadamente breve, incluso con relación a una vida humana. Entonces, es a ustedes que corresponde encontrar, en este Samadhi y en esta reconexión vuestra Eternidad, todo lo que es suficiente para llevar a cabo vuestra propia Liberación, de vuestro propio ego, de vuestros propios compromisos, de vuestra propia personalidad.
Eso se desarrolla en ustedes. Esta alquimia, ahora, va a trabajar, yo diría, a máxima velocidad y al máximo rendimiento, llamándoles, cada vez más, a vivir momentos de Alegría. Que eso sea en vuestras noches (de manera a veces difusa o confusa), que eso sea en vuestros períodos de alineación, y como lo decía, generalmente, en cualquier momento, ahora. Es vuestro turno de saber y responder. Es vuestro turno de poner, a esta llamada de la Luz, toda la Atención necesaria e indispensable, para que ella se establezca en ustedes, y les revele a vuestra Eternidad, de la manera la más simple y más cómoda posible.
Recuerden que la Luz es Inteligencia, que se precipita en ustedes. Y que, según las vías que le abren, va a ir espontáneamente a alimentar el Fuego de su Espíritu, o entonces alimentar el fuego del ego. Los resultados, obviamente, no serán los mismos absolutamente, sobre su Marcha y su destino, de Revelación a su propia Luz. Todo esto se desarrolla en ustedes, ahora, como lo decía, cada vez con más lucidez, cada vez más Conciencia. Sólo hay la personalidad que pretenderá desviarlos de lo que se vive, de desviarlos de la parte fundamental, porque todo eso, para ella, no existe absolutamente, y representa el pavor más total. Pero encontrarán en este Samadhi, en estas experiencias, en su penetración en este nuevo estado de Conciencia, la fuerza y la Potencia, necesarias para a decir lo que debe decirse, hacer lo que debe hacerse, y sobre todo Ser lo que deben Ser.
Recuerden que absolutamente todo está dentro de ustedes. Que, nunca más, habrá algo que buscar exteriormente. Hay, en ustedes, todo lo que es necesario para vivir vuestra perfección, y sobre todo, vuestro acceso a esta Alegría y a vuestra Eternidad. El conjunto de elementos, las resonancias Vibratorias, dado que los Arcángeles y por la Luz ella misma, permiten ahora establecer, en ustedes y sobre la Tierra, la última etapa de la Resurrección.
Entonces, mi llamada es una llamada solemne para prepararles. Esta preparación es completamente Interior. No hay necesidad de una preparación exterior ya que todas las soluciones están en ustedes, cualesquiera que sean. El sustento está en ustedes. El compañero está en ustedes. La seguridad está en ustedes. Nunca estará, en lo que la personalidad y la educación inculcaron, en algo exterior. Al contrario, esta seguridad exterior representará siempre un freno importante, para la Conciencia Ilimitada. Ya que, en la seguridad de la conciencia limitada, existe una serie de barreras, existiendo espontáneamente en cuanto la conciencia limitada vaya a pretender asegurarse de cualquier cosa. En cuanto el miedo les dicte comportamientos, en ese momento, la Conciencia Ilimitada, y la Luz misma, se alejan de ustedes, de manera tan segura como si les dieran la espalda, hasta cierto punto.
Todo eso, todo lo que enuncio ahora, van a vivirlo cada día. Van a vivirlo en Conciencia, y en plena lucidez. Eso se volverá, para cada uno de entre ustedes, cada vez más evidente, cada vez más sensible, yo diría, y cada vez más perceptible. Entonces, habitúense a acoger la Luz cuando se vierta en ustedes. Cualquiera que sea su hora, cualquiera que sea su momento, no hay ningún obstáculo que tengan. Si están conduciendo un vehículo, paren. Si están comiendo, paren. Si están hablando, paren. La llamada de la Luz va a convertirse cada vez más intensa. Les insto a que observen, por ejemplo, mi experiencia cuando estaba limitada en este cuerpo, como ustedes, y cuando el Samadhi triunfaba, independientemente de toda voluntad, por un tiempo generalmente indeterminado. Nunca rechacé, de mi viva, la afluencia de la Luz. A ustedes les toca, ahora, eso que les favorece. A ustedes les toca saber lo que tienen deseos de destacar y ejercitar de ahora en adelante. A ustedes les toca saber si quieren realizar la Luz o no. Es a eso que va a llamarles vuestra propia Resurrección. Cualquiera que sea la hora de la llamada, cualquiera que sea la tarea que lleven en el seno de la personalidad, a ustedes les toca decidir si deciden, realmente, ir en Êtreté (en la Paz, la Alegría, el Samadhi), o seguir una actividad exterior.
Por supuesto, cada uno de entre ustedes vivirá esta llamada de manera profundamente diferente. Algunos verán establecerse en ellos cambios radicales e impresionantes. Otros irán si más medidas, hacia esta Resurrección. Otros, por fin, verán las circunstancias de su vida modificarse, de manera casi instantánea y fulminante. Cualesquiera que sean las circunstancias (que eso sea sin medidas, o que eso sea de manera fulminante), entiendan que es la Luz siempre que actúa en ustedes, que no puede existir ninguna Sombra en el seno de la Unidad. No puede existir sino resistencias a la Unidad. Entonces, por supuesto, el ego las va a llamar Sombras. El ego los va a llamar obstáculos, va a recurrir a una dialéctica de tipo Dualitario, trayéndoles, siempre y aún, al principio del bien y del mal. Entiendan que este juego no tiene ya lugar de ser. No existe más que la Luz, si se convierten en Luz. No puede existir ningún obstáculo, fuera de ustedes como dentro de ustedes, si acogen la Luz, enteramente. Entonces, si tienen que vivir experiencias contrarias a la Luz (que eso esté en ustedes, como fuera ustedes), no hay nada que combatir, no hay nada que oponer. Hay exactamente que entender el alcance, el mensaje, pidiéndoles ir, siempre más, hacia vuestra Unidad.
En resumen, todas las soluciones están en la Luz y la Unidad. Las soluciones les aparecerán, si lo aceptan, cada vez más claramente, en el seno de vuestros estados de Conciencia nueva, en vuestros estados de Samadhi y Alegría y, cada vez menos, en el seno de la personalidad y de sus ocupaciones habituales. Es así que se vive, para cada uno de entre ustedes, la Resurrección, que está instalándose sobre esta Tierra. He aquí algunas palabras que tenía que vibrar en ustedes. Si tenemos, lo espero, un poco de tiempo, yo responderé a vuestras preguntas, si existen, por lo que se refiere a este proceso y solamente eso. Entonces, Hermanos y Hermanas, tienen ustedes la palabra.
Pregunta: ¿cómo fusionarse con la Vibración?
Querida Hermana, la Conciencia es Vibración. Volverse la Vibración, es desposarla. Fusionarla, no puede realizarse con ninguna técnica, ya que este último paso es, precisamente, el paso en el Corazón. Es el momento en que los últimos miedos son superados por la afluencia y la intensidad de la Luz. No hay pues, en realidad, técnica (aunque se les comunicaron una serie de elementos, para favorecerlo). Los unos y los otros, siempre lo hemos dicho que solo ustedes son quienes pueden cruzar esta última etapa y este último paso. Deben identificar en primer lugar, por el encendido de la Luz, los frenos y resistencias de vuestra propia personalidad y vuestro propio ego. Ya que, en efecto, no existe ningún obstáculo exterior, absolutamente ninguno. Aceptar poner la Luz sobre lo que es la personalidad, es aceptar ver las Sombras. No para combatir, una vez más, sino para verlas. El simple hecho de encenderlas y de verlas, permite a la Luz, entonces, establecerse, enteramente y en majestad. Y les abre las puertas de vuestro propio Samadhi.
Pregunta: ¿frente a contrariedades que nos irritan, conviene simplemente recurrir a la Luz y pedirle disolverlos?
Querida Hermana, solamente el ego está irritado, el Espíritu nunca lo está. La única solución, es pasar al Espíritu. Y en consecuencia, aceptar ver estas contrariedades, sin querer necesariamente actuar arriba, ya que eso haría imperativamente llamado a las energías de la Dualidad, de la matriz, y eso si te alejaría, aún más seguramente, de tu estado de Alegría. Numerosas frases fueron pronunciadas, por el CRISTO, como: “busquen el Cielo y el resto se dará por añadidura”. La contrariedad pertenece a lo transitorio y a la Ilusión. No es la Verdadera Vida. Si existen, en tu vida, elementos de contrariedad, es que tú les das peso y cuerpo y que, por el principio de Atracción y Resonancia, eres el único responsable. No existe nadie más que tú mismo. No existe más nada que el Sí. Mientras tú des peso, con una mirada exterior de contrariedad (dicha exterior), te alejas, seguramente, de tu Êtreté, en esos momentos.
Pregunta: ¿Entonces dejar penetrar la Luz del Espíritu es la solución?
Querida Hermana, la cuestión no se plantea en estos términos. Ya que, a partir del momento en que penetres el Fuego del Espíritu, la contrariedad no existe ya. Si permanece, es que no hay Fuego del Espíritu. Sólo hay el ego que vive la proyección en este mundo. Sólo hay el ego que vive las alternancias de alegrías Ilusorias (llamadas placeres), miedos, contrariedades. En el Espíritu, todo eso no existe. Entonces eso no se plantea así. Eso se plantea como: “penetro el Espíritu, y soy liberado por el Fuego del Espíritu”. Y no: “espero que el Fuego del Espíritu vaya a hacer desaparecer mis contrariedades”, ya que eso es utilizar la Luz, para el ego, y no para el Espíritu.
Pregunta: ¿El estado de Gracia y el Samadhi son los mismos Estados?
Querida Hermana, sería necesario que me expliques, en primer lugar, lo que tú llamas un estado de Gracia. El Samadhi es una Gracia. El estado de Gracia puede manifestarse por una serie de elementos. Entonces, no puedo responder a tu cuestión de manera tan simple y evidente. El Samadhi, en cuanto lo vives, sabes pertinentemente lo que es. Ya que, en ese momento, hay una reconexión fulminante, a tu Conciencia Supra mental o Eterna. Es posible vivir, en la vida ordinaria, Estados de Gracia o momentos de Gracia, por lo tanto, sin penetrar la Eternidad. En cuanto la Conciencia descubre, solamente una primera vez, y vive realmente, el Samadhi (incluso sin vivir este Êtreté, fuera de este cuerpo), ella sabe pertinentemente lo que es. Y entonces, en ese momento, la pregunta no se plantea ya.
Pregunta: ¿cómo penetrar el Fuego del Espíritu?
Querida Hermana, eso corresponde enteramente a esto que expresé, aquí hace dos preguntas. El Fuego del Espíritu no se vive hasta que se apaga el fuego del ego. Y eso no puede ser diferentemente. Eso quiere decir: cuando aceptas, en todos los sentidos (simbólicos, concretos), tu propia muerte. Eso no quiere decir morir a esta Dimensión, sino morir en sí, al “yo”, para vivir el Sí. Eso no puede realizarse hasta que no hay más atención prestada, manera exagerada o exclusiva, a la vida ordinaria. Es extraerse de este mundo, para penetrar los mundos del Ilimitado. Es vivir el acceso a esta Conciencia Ilimitada. El Fuego del Espíritu no puede vivirse (y ustedes tienen algunos testigos), que con la primera etapa, por supuesto, que es, hoy (puesto que los canales del Cielo están abiertos), la manifestación de la Corona Radiante (de la cabeza, como mínimo), así como las Cruces de la Redención. A partir de allí, la Luz hace de ustedes un Llamado. Pero el ego pronto se apodera de ella, para alimentarse. El Fuego del Espíritu se vive en cuanto el fuego del ego ya no se alimenta, de ninguna manera. Cuando hay, realmente, esta Crucifixión. Cuando hay, realmente, la muerte, en sí, de todo lo que no es el Sí. Es necesario, para eso, detener (y eso se dijo, desde hace mucho tiempo, en todas las enseñanzas), las emociones. Es necesario detener el mental pero, una vez más, la palabra “es necesario” no es una acción del ego. Sino más bien, una manera de aclararse uno mismo lo que es el mental, lo que son las emociones, y ya no definirse, en ningún momento, a eso. Eso permite, en ese momento, al Fuego del Espíritu, presente en la Cruz de la Redención, penetrar el punto ER, y establecerse en el Corazón. En ese momento, el Samadhi resulta posible.
Pregunta: sabiendo que hay varias etapas al Samadhi, ¿a que puede corresponder el sentimiento de sentir un bloqueo que impediría vivir la última etapa del Samadhi?
Pregunta: sabiendo que hay varias etapas al Samadhi, ¿a que puede corresponder el sentimiento de sentir un bloqueo que impediría vivir la última etapa del Samadhi?
Querido Hermano, la Conciencia de la Resurrección se establece sobre la Tierra. Como lo dije, la Fusión de los Éteres se realiza sobre la Tierra. Solo resta la penetración de la Luz Blanca, en su totalidad, llamada la Vuelta del CRISTO. Ahora, la espera, ella misma, es una barrera puesta por el ego. La espera crea una tensión, que no es una Tensión hacia el Abandono, pero una tensión hacia el ego. En ese momento, el ego desempeña un papel, que llamaría perverso, haciéndote creer que hay algo que esperar, mientras que eso está ya allí. Hay exactamente que darse cuenta, o revelarlo. Ya que todo está ya allí. Sobre todo ahora, de manera más consciente y más evidente. El elemento que frenará o que bloqueará, como lo dije, estará todavía dentro de ustedes. Entonces, como lo dije también, existen estos famosos miedos, problemas, incluso, de la estructura humana, pero que tienden hoy, colectivamente, a borrarse, por la intensidad y la calidad de la Luz. Hasta cierto punto, el soltar presa está lejos de ser suficiente, ya que el soltar presa implica una espera. El Abandono a la Luz podría llamarse, si prefieres, en tu lengua, a una forma de Renuncia. De Renuncia a ti mismo, a tu vida, a tus lazos, a esto que cree ser. Mientras hay una persona, en ti, que cree que va a realizar, y que espera algo, por supuesto, sólo el ego que se expresa y él será siempre así, para todo el ser humano. Vivir la Conciencia expandida, en la experiencia nombrada Turiya, o el cuarto estado de la Conciencia, como ANAËL les había hablado he aquí algún tiempo (ndr: ver canalización ANAËL-1 del 9 de abril 2011), corresponde a eso. La Conciencia de víspera ordinaria debe apagarse enteramente. No debe entonces, incluso, pues manifestar lo que llama espera, o esperanza de cualquier cosa. Ya que la esperanza y la espera mantienen el ego, permanentemente.
Pregunta: ¿La desidentificación de todo permite alcanzar el Samadhi?
Querida Hermana, a condición de que la desidentificación (así como tú la has nombrado) no sea un trabajo activo del ego. Vivir la Crucifixión, la Resurrección, la Transmutación, en la nueva Conciencia, se hace cuando se destruye todo lo que pertenece al ego. Pero no, por un combate del ego. Es precisamente la ausencia de espera, la ausencia de deseo o, en algunos casos, una Tensión total hacia la Luz, que realiza eso. Esto se llamó las etapas (que algunos de entre ustedes van a comenzar a vivir) llamadas la Disolución. Son los momentos (que pueden vivirse a distintas ocasiones, o de manera fugaz, o intensa) donde llegan a percibir que son el Todo o la Nada, lo que es exactamente la misma cosa.
Pregunta: ¿sentirse completamente disuelto, en un estado donde todo es Luz y donde todo es Amor, corresponde al Samadhi?
Sí, a partir del momento en que hay Alegría, realmente vivida. Sí, a partir del momento en que eso es una Transcendencia de la Conciencia, donde no existe personalidad. Este momento es perceptible, entre todos, ya que firma el final irremediable de la personalidad (y no de la vida en esta Dimensión).
Pregunta: ¿cómo no equivocarse entre el fuego del ego y el Fuego del Espíritu?
Querida Hermana, el que vive el Fuego del Espíritu no puede equivocarse. Sólo hay el que vive el fuego del ego que se equivoca. No es el mismo fuego. No son, absolutamente, las mismas manifestaciones. El fuego del ego les lleva hacia una apropiación de la Luz. Les lleva hacia los placeres. Les lleva hacia la satisfacción del propio ego. La pretensión, de cualquier cosa, será el hecho todavía del ego. El Fuego del Espíritu se basta a sí mismo. Desencadena, precisamente, la Alegría Interior que ninguna circunstancia del ego, de la vida exterior, puede venir a alterar. El fuego del ego, finalmente, no corresponde al Fuego del Corazón. Corresponde al fuego del plexo solar (o de otros chakras situados aún más abajo) que despierta, entonces, las pasiones, los impulsos, las emociones, los miedos. Pero absolutamente no hay el Amor y la Alegría.
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