Con el fenómeno de la ciencia y la espiritualidad tan en boga, parece que la gente esté obsesionada con eso de «hablar con nuestras células».
Todo el mundo quiere conseguir la capacidad de controlar su biología a voluntad, algo que es más fácil de decir que de hacer. En vez de «hablar» con nuestras células, ¿no sería mejor abordar el tema a un nivel energético... como la visualización? ¿La naturaleza del ADN no es interdimensional? Y si es así, ¿cómo puede hacer ese trabajo la comunicación entre la tercera y la cuarta dimensión? ¿Acaso nuestra biología no reacciona a nuestros pensamientos en vez de escuchar nuestras palabras?
Hace bien en formular la pregunta más compleja en primer lugar. Pero hagamos una revisión, para los propósitos de este libro, del Ser Humano. El Ser Humano es una criatura tridimensional, que vive dentro de un entorno tridimensional, que come, duerme y vive en una vida tridimensional. Cuando ustedes se ponen a estudiar el ADN, y especialmente sus propiedades esotéricas, ¿acaso lo comprenden bien? ¿Cómo pueden dar el salto a una dimensionalidad que ni siquiera pueden concebir, por ser superior a la de las tres dimensiones?
Antes siquiera de comenzar la discusión sobre la percepción y la creación conjunta, tengo que preguntarles esto: ¿Se sienten cómodos con su creencia en Dios? Dios es interdimensional, de ahí que sea una premisa básica el hecho de que ustedes sean una parte de Dios. ¿Ustedes meditan o rezan? Si es así, ¿cómo cruzan el puente desde las tres dimensiones hasta una comunicación interdimensional? ¿Entienden lo que quiero decir? Hay cosas que se «experimentan» y se comprenden sin un conocimiento verdadero del conjunto, del todo.
Y, luego, pregunto:
¿Pueden «sentir» el amor que Dios les tiene?
¿Pueden experimentar las emociones que yo podría tener por ustedes y por la Humanidad cuando les digo lo mucho que Dios ama sus almas?
Si pueden hacerlo es porque están usando ese puente, pero no están utilizando su lógica tridimensional para hacerlo. Entonces, ¿cómo lo están haciendo? Ésta es la clave: se salen de su pensamiento intelectual, de esa parte de ustedes que quiere que lo pongan todo en una caja para comprenderlo, y están disfrutando simplemente de la realidad del Espíritu, que ustedes saben que está ahí. Dicho de otro modo, han aprendido a suspender su tridimensionalidad para disfrutar de algo que «sienten» que es real.
¡Mucha gente va a criticar esta idea! Dicen que uno suspende su lógica con el fin de hacerse esotérico, y que, durante el proceso, pierde el contacto con la realidad. Pero esto nos habla de la índole de las personas que siguen extrañas creencias y se pasan haciendo culto todo el día. Lo cierto es esto: que toda la Humanidad suspende las creencias cuando quiere algo de Dios. Hasta las personas no religiosas están dispuestas a recibir un milagro de curación cuando se hallan en apuros. Hay una comprensión innata de que las cosas espirituales están más allá de nuestra comprensión. El problema aparece cuando uno reivindica que estas cosas espirituales son suyas, para trabajar con ellas. Esto es lo «Nuevo» de la Nueva Era, ese aspecto nuevo con el cual tiene problemas la vieja energía.
La comunicación con las células no es difícil. Dentro de su cuerpo existe ya un puente, dispuesto para que lo crucen. La mayor parte de la Humanidad jamás llega a cruzarlo, pues se les enseñó de niños que su cuerpo hace lo que hace automáticamente, y que de lo único que deben preocuparse es de alimentarlo; de lo demás ya se ocupa él. Por tanto, van ustedes por la vida dándole de comer y esperando que perdure. Ustedes basan íntegramente su inteligencia y su intelecto en la cabeza (eso creen), y así sucede con todos los pesares que padecen y todos los placeres de los que disfrutan. Por tanto, se fijan en sus extremidades y en sus órganos con la esperanza de que funcionen... esperando que no enfermen... esperando que no hagan algo fuera de su control. Si eso ocurre, entonces dicen ustedes:
«Puedo perder este órgano o aquél y sobrevivir».
El cerebro se convierte en todo en su vida, y todo lo demás es prescindible hasta cierto punto, o al menos «en sí mismo».
El Universo es también así para ustedes. Son conscientes de que están en él, y saben que, en tanto en cuanto alimenten su cuerpo, podrán permanecer en él. Jamás, entre un millón de sinapsis de los pensamientos que ustedes tienen, dirían:
«Yo soy responsable del Universo».
Eso es algo que simplemente no se les ocurre, dado que están en las tres dimensiones y les da la impresión de ser esclavos de todo lo que les rodea.
La verdad es que, en ambos casos, ustedes son los responsables, los encargados. En lo universal, pueden conectarse con ese caos aparente y alcanzar lo que han dado en llamar «creación conjunta» o «co-creación». Es decir, cruzan el puente entre su percepción tridimensional y el ya existente sistema del universo, que está preparado para «escuchar» lo que ustedes desean hacer en su sendero.
Con el tiempo, se dan cuenta de que esto funciona, de modo que empiezan a cultivar la idea de que, de algún modo, forman parte del sistema y pueden hacer uso de él. Así es como operan los Trabajadores de la Luz, y éstas han sido las enseñanzas de Kryon durante estos diecinueve años.
Ahora, apliquen esta idea a su cuerpo. Piensen en los miles y miles de millones de componentes del ADN, todos idénticos, organizados en el sistema biológico que crea su sistema corporal. ¿Se dan cuenta de que el ADN es el mismo en todo el cuerpo? Sí, claro, elabora células especializadas que conforman los órganos, los nervios y los músculos, pero la doble hélice del ADN es la misma en todas partes. Empiecen a ver esto en sí mismos para comprender mejor de qué va todo.
Permítame que le pregunte, Trabajador de la Luz, ¿qué parte de usted está iluminada? Muchas personas se señalarán a la cabeza ante esta pregunta, pero lo cierto es que todo el sistema forma parte de su motor de conciencia. El dedo gordo de su pie derecho está tan iluminado como su cerebro. Y lo mismo puede decirse de su codo. ¿Se da cuenta? De hecho, la capacidad que tiene para enviar luz se basa en hacer uso de todo el ADN a la vez, generando un campo cuántico en torno a usted, que es «visto» por el Universo y que carga de energía a Gaia. Imaginen cuántos Humanos están intentando ser Trabajadores de la Luz sin saber esto. Lo intentan y lo intentan, y no sienten nada. Esto se debe a que no tienen ni idea de lo de «hablarle a sus células», y a que no tienen ni idea de que el «motor de luz» necesita que todas ellas trabajen conjuntamente.
Los atributos interdimensionales de su ADN son más de diez veces más grandes que la doble hélice química tridimensional que ven al microscopio. Hasta los científicos se han dado cuenta, dado que reconocen que el genoma humano sólo parece hacer uso del 3 % o menos de sí mismo para crear todos los genes del organismo. El resto les resulta inexplicable. ¡Y es que «el resto» es el puente! Hay una serie de casi tres mil millones de componentes químicos que organizan y estructuran la parte tridimensional (el tres por ciento que es proteína codificada). De manera que en realidad se puede «ver» el puente bajo un microscopio tridimensional, pero dado que sus funciones no son tridimensionales, no tienen estructura ni simetría, y no se les ve su utilidad.
Pero ahora viene lo bueno: dado que todas las células están iluminadas, tanto como cualquier otra, cuando usted absorbe la verdad de Dios, y su propia parte del sistema de Dios, todas y cada una de las células lo saben. Después de todo, salen todas juntas de paseo, ¿entiende? [el humor de Kryon]. De modo que pongamos que tiene usted una epifanía de algún tipo acerca de su yo espiritual. Se despierta como si hubiera recibido una bendición, y más sabio de lo que era, y celebra su nueva actitud y sus nuevos conocimientos.
Ahora bien, ¿es usted consciente de que su codo y el dedo gordo de su pie derecho también «van en el lote»? ¡La única diferencia es que nunca habla usted con ellos y no puede saberlo! Todas sus células están «entrelazadas» y participan de todo lo espiritual. Lo único que no se ve por ninguna parte es la dirección «del jefe», y usted es el jefe.
Así pues, cuando comienza a dirigirse a sus células, sea con sus pensamientos, con su voz o con cualquier forma posible de comunicación, sus células ya están a bordo del barco y conocen todos los detalles; simplemente están esperando órdenes de la persona encargada.
La verdad queda expresada en esta pregunta paradójica: Si tu ADN es interdimensional por defecto, ¿por qué piensas que eres una criatura tridimensional? (Ahora ya conoce el secreto.) Su percepción se basa en las tres dimensiones, pero en realidad el motor interdimensional está funcionando ya dentro de usted, y permanecerá invisible hasta que comience el sendero de la iluminación. A medida que estudie y absorba la verdad espiritual, «llenará el tarro» de su propia energía vibratoria dentro de todas y cada una de las fibras de ADN.
La comunicación es fácil. ¡No la analice! ¿Acaso analiza usted cómo funciona el motor de combustión interna de su automóvil antes de sentarse en él, ponerlo en marcha y conducirlo? ¿Acaso analiza cómo funciona su teléfono móvil antes de ponerse a hablar por él? No. ¡Simplemente sabe que funciona y lo usa! Va siendo hora de comenzar a conducir y a hablar por su propio cuerpo.
Uno de los grandes misterios de la biología estriba en cómo se comunican entre sí las células. El ADN (es decir, el cianotipo de las proteínas y los aminoácidos del cuerpo) parece controlar todos los aspectos químicos de nuestro ser. Las investigaciones que he realizado muestran que cada célula realiza, de promedio, cientos de miles de reacciones químicas por segundo, y ese proceso, al parecer, ¡se repite simultáneamente en todas las células del cuerpo! Estoy intentando comprender cómo podemos ralentizar literalmente el reloj de nuestro organismo, como usted menciona, dentro de este complejo sistema.
Si el ADN es la sala de control, ¿cuál es el mecanismo que permite que el gen individual y las actividades celulares actúen al unísono? Y en lo que a nosotros respecta, ¿es el mismo mecanismo que nos permitirá trabajar conscientemente al unísono con nuestro ADN?
Existe una estructura de campo que es interdimensional en torno a cada doble hélice. Esto es algo que ha descubierto recientemente la ciencia. [De Lee: Vladimir Poponin ha encontrado un campo interdimensional en torno al ADN que modela las partículas de luz en un experimento físico. Era tan potente que toda la luz que el campo cambiaba permanecía inalterada aún después de retirar el campo de ADN. http://twm.co.nz/DNAPhantom.htm]
Pero existe un elemento de comunicación que los biólogos aún no han visto o reconocido. Los campos de ADN se superponen y, por tanto, se «ven» interdimensionalmente como un campo conjunto.
Este campo único es el elemento cuántico del Ser Humano que se ve tan profundamente afectado por el trabajo espiritual, y es también esa parte de ustedes a la que se dirigen unas fuerzas que aún no han descubierto. Así pues, lo que estoy diciendo es que su ADN se mantiene engarzado mediante campos que se superponen y se comunican entre sí, formando un «unico campo» interdimensional.
He aquí finalmente el secreto... el pegamento que permite una «experiencia de todo el cuerpo», una experiencia inmediata y lista para curar. Esto debería demostrarles hasta qué punto el ADN está listo y preparado para «escuchar al jefe», pues no tienen ustedes que hacer nada lógico salvo «aparecer» con la intención espiritual, y el campo cuántico del ADN se activará dentro de su organismo. Dejen que haga su trabajo, y ustedes limítense a controlar el timón.
Por lo que sé de biología, el sistema hormonal es el que controla en gran medida el proceso de envejecimiento. De modo que, para ralentizar el reloj del organismo, tendremos que trabajar directamente con este sistema.
Para que podamos manipular el reloj corporal, como usted comenta, pienso que tendremos que comprender con exactitud cómo lo hace, porque el mero hecho de hablarle no funciona, y no son muchas las personas que sepan qué visualizar (el ADN, las células, el sistema hormonal, colores, etcétera). Por otra parte, creo que podemos pasar un mal rato creyendo que podemos conseguir tal cosa, porque simplemente no sabemos cómo hacerlo.
Kryon, ¿podría darnos un ejemplo para trabajar a partir de él? Pongamos por caso el sistema hormonal. ¿Nos puede decir cómo podemos lograr el suficiente influjo sobre él como para que ralentice el reloj corporal?
En primer lugar, no dividan el cuerpo en compartimentos estancos. Eso es el resultado de su lógica tridimensional, el deseo de abordar las partes del motor con el fin de ayudar a esta función o a aquélla.
No funciona así. ¿Qué parte de la sopa bendicen ustedes antes de comérsela? ¿La sal? ¿El tomate? La respuesta es que ustedes bendicen todo el plato, que consta de millones de moléculas de diferentes tipos.
El cuerpo espiritual es una experiencia interdimensional de «cuerpo completo». No entiende de entradas especializadas. No entiende el «Quiero envejecer menos». Imagine que es usted un chamán, que sale de su casa y le pide a la naturaleza que mueva para usted una nube un poco más a la izquierda. No ocurriría nada. Sin embargo, la naturaleza sí que responde a su intención de cambiar el estado climático íntegramente. El océano responde, el calor y el frío del agua responden, los vientos y la evaporación acceden a la petición, y, como resultado, todas las nubes se mueven a la izquierda o desaparecen por completo.
Ralentizar el reloj corporal es una experiencia de cuerpo completo. Tiene que ver con la sanación y con la energía. Tiene que ver con la anulación de sus atributos kármicos y con el cambio de sendero en la vida. Ya dijimos al principio que habría gente que se daría cuenta de que ustedes envejecen más despacio y querrían saber cuál es su secreto. ¡Y que ustedes se quedarían en blanco, intentando explicar cómo se separa la sopa del plato! Los Humanos pretenden separar los atributos del conjunto, e intentan manipular únicamente los elementos de su elección. Y eso no funciona.
Permítanme que les ofrezca algo que quizás no esperen... una situación hipotética que no va a ser del agrado de algunos: millones de Humanos le están diciendo a sus células todos los días que envejezcan menos. No tienen por qué ser necesariamente Trabajadores de la Luz. Son Humanos normales, que no tienen ni idea de que lo que están haciendo es comunicarse con las células a nivel físico.... un mensaje que dice: « ¡Más despacio!» ¡Son esas personas que van al gimnasio cada pocos días y hacen ejercicio! (Les dije que no les iba a gustar esto.)
Ese campo cuántico que les digo que envuelve al ADN tiene sus antenas desplegadas para el cambio y la intención. Lo que el Humano está haciendo es decirle a las células que cambien a través del ejercicio. Y resulta que esto ayuda a ralentizar el envejecimiento.
Podría parecer contrario a toda intuición que un incremento en el metabolismo ralentice también el reloj corporal, pero así es; pues el reloj corporal está vinculado con todo lo que le rodea, incluido con cuán abiertos están los vasos sanguíneos o cuán capaz es su corazón de bombear eficientemente. De ahí que mucha gente esté ralentizando este reloj sin siquiera saberlo. El cuerpo intenta cooperar siempre con «el jefe» (o sea, usted). Cuando las células «ven» que están trabajando como cuando eran jóvenes (a través del ejercicio), comienzan a ralentizar el proceso de envejecimiento para acomodarse al cambio.
Ahora, añada el poder de la intención de aquellas personas que pueden comunicarse con sus células a través de una breve meditación cada día, y estará mandando un verdadero mensaje. Las células captan la «intención directora» del jefe y también la prueba de que el jefe va en serio (el ejercicio).
Cualquiera que esté en contacto con su yo espiritual puede hacerlo. Simplemente, tiene que dedicar unos momentos cada día a hacer de jefe y a hablarle a sus células. Dígales lo que quiere conseguir en conjunto, como un todo, no los detalles. Visualícese como cuando era niño, con un ADN fresco, antes de envejecer, antes de enfermar, antes de todo lo que ha sucedido. Dígales que su intención es esa salud lozana. Y después, si lo considera oportuno, haga algo de ejercicio. Cualquier cosa será de gran ayuda, incluso el dar unas cuantas vueltas a la manzana o subir un poco las escaleras. Haga una pequeña ceremonia con todo esto... treinta segundos... de tal modo que las células lo «conecten» con la meditación.
Esto es todo lo que hay que hacer.
Así pues... ¿funciona en su caso? Si no funciona, quizás debería examinar su experiencia espiritual de «cuerpo completo». ¿Vive usted realmente lo que enseña? ¿Está usted incrementando su comprensión espiritual, o se está regodeando en este mensaje, intentando averiguar el secreto del rejuvenecimiento? ¿Se da cuenta?
Todo guarda relación con esa conexión con el Yo Superior, que usted no puede separar de la biología. He oído también que todos tenemos una célula Maestra o célula Firma que se encuentra en la glándula pineal; algunos la llaman incluso «célula Dios». Supuestamente, esta célula contiene el cianotipo inicial íntegro de nuestro viaje por la vida como Humanos; y, a lo largo de nuestra existencia, la célula Firma o célula Dios conserva el código de nuestra perfección y de nuestro propósito original. Esta célula se puede activar respirando luz a través de la glándula pineal, y dicen que eso proporciona energía a la célula Firma, que puede entonces devolver el equilibrio y la armonía a nuestros cuatro cuerpos, desde el físico hasta el espiritual.
¿Es esto verdad, o están hablando del ADN, sólo que de otro modo?
Si existe, ¿es importante ser consciente de ello y trabajar con ello?
La respuesta es sí; ciertamente hay un cianotipo maestro, si bien eso de que se encuentre en algún lugar o en algún órgano es una metáfora. Pero se les presenta de tal modo para que trabajen con la glándula pineal, que algunos creen que es el «tercer ojo». De este modo se allana el camino para estas enseñanzas, pues el tercer ojo se ha visto siempre como la estructura de la ascensión.
Si ha estado usted estudiando la información que he dado respecto a lo que hay de interdimensional dentro de cada doble hélice de ADN, entonces sabrá ya lo que viene. Pues entre las capas del ADN se encuentra la capa del «registro Akásico», y también la «capa de Dios». Las dos suenan muy bien, al igual que la célula Firma, ¿no?
Pero se encuentran en todas y cada una de los miles y miles de millones de estructuras de doble hélice que existen en su cuerpo, y representan el código original y el equilibrio entre los mundos interdimensionales. La «Firma» de su sendero y su plan maestro está ciertamente ahí, pero está en todas las células a través del ADN, no sólo en una. No obstante, lo que pretende ese enfoque es compartimentalizar este conocimiento en una percepción que permita al Ser Humano darle enfoque al concepto, de tal modo que muchas personas puedan trabajar fácilmente con él. Este método se le dio a un sanador en concreto para este propósito en concreto, y ha permitido que muchos Humanos se sanen por sí solos y «hablen» con esta energía celular maestra.
Así pues, como ve, nos encontramos de nuevo con que hay muchos senderos para comprender los caminos del Espíritu, y muchas enseñanzas que llevan, todas ellas, a la misma fuente, la de ayudar a los Humanos a sanarse a sí mismos a través de las profundas ideas de maestros puros.
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